martes, 29 de diciembre de 2015

Cautiva en la oscuridad-C.J.Roberts

Caleb es un hombre con un singular interés por la venganza. Secuestrado cuando era niño y vendido como esclavo por un mafioso hambriento de poder, no ha pensado en nada excepto la venganza. Durante doce años se ha sumergido en el mundo de los esclavos de placer buscando al hombre que él considera responsable en última instancia. Finalmente, el arquitecto de su sufrimiento ha surgido con una nueva identidad, pero no con una nueva naturaleza. Si Caleb consigue acercarse lo suficientemente para atacar, debe convertirse en la misma cosa que aborrece y secuestrar a una hermosa chica para entrenarla para ser todo lo que él fue una vez. Olivia Ruiz, de dieciocho años, acaba de despertar en un lugar extraño. Atada, con los ojos vendados y solo una tranquila voz masculina para darle la bienvenida. Su nombre es Caleb, aunque él exige ser llamado Amo. Olivia es joven, hermosa, ingenua y testaruda a más no poder. Tiene una oscura sensualidad que no puede ser escondida o negada, aunque ella intenta conseguir ambas cosas. A pesar de que tiene miedo del fuerte, sádico y arrogante hombre que la tiene prisionera, lo que mantiene a Olivia despierta en la oscuridad es su indeseada atracción por él.
Esta ha sido mi primera incursión en el “dark romance”. Seguramente sea también la última. Mis razones:
Yo a esto no le veo el “romance” por ningún lado. Esto no es una novela romántica. Esto es una novela negra. Es la historia de un secuestro y el consiguiente abuso físico, psicológico y sexual del secuestrador hacia su víctima. Si crees que aquí hay romance, necesitas hacértelo mirar. Por un psiquiatra.
Es que el romance comienza en el segundo libro”. Verás, tengo a mis espaldas muchos millones de páginas como lectora y ciertos trucos baratos no me impresionan. Trucos para inflar ventas, quiero decir. Trucos como “esto da para una novela, pero hagamos una trilogía”. Cuando un autor/editorial recurre a este truco en particular, el primer volumen corresponde al planteamiento de la historia, el segundo al nudo y el tercero al desenlace. Por lo general, para duplicar el número de páginas de un manuscrito, los autores sin talento rellenan hojas y hojas con divagaciones repetitivas. Cuando lo significativo de la historia se reduce a un tercio (o menos) del libro, parece que no pasa nada. Y cuando no pasa nada, el lector (yo) se aburre.
Dicho lo anterior, a este libro le sobran 100 páginas. Los escritores de verdad corrigen y recortan, hasta llegar a lo esencial de la historia. Tal vez la autora no pudo asistir el día que explicaron esto en su escuela de escritura creativa. Ahora que lo pienso, parece que nunca haya ido a una escuela de escritura creativa. Recortar es un servicio a la humanidad, C.J. Miles de árboles mueren inútilmente todos los años por tu causa. Ayuda a parar esta masacre.
El estilo literario es…inexistente. “Cautiva en la oscuridad” parece escrita (a ratos) por alguien de quince años. Hummm… ¿O sería en el móvil a lo largo del día?
Sus protagonistas tienen la profundidad psicológica de un camarón. Y lo confieso: no siento pasión por la biología marina. Me es imposible conectar con unos personajes tan planos. Caleb es un muñeco de plástico elaborado a partir de una acumulación de clichés por una adolescente hormonalmente desatada: es superguapo, superatractivo, supersexy y supercachas y como tuvo una infancia terrible tenemos que quererle y entender que haga de la vida de Livvie una mierda. Livvie es una marysue de libro, en la rama “desdichada huerfanita”. La perdono porque acaba de salir del cascarón y no sabe nada de la vida, es decir, es más tonta que pichote. Cualquier persona sensata sabe lo que Livvie necesita no es a Caleb, sino alejarse de él por patas, un psicólogo y una amorosa familia de acogida.
Los dos puntos anteriores me llevan a: esto es un fan fiction. O eso, o todas las malas novelas se parecen. Volvemos a encontrar por enésima vez la jovencita/adolescente con baja autoestima que desea ser querida y cree que el mejor camino es someterse a los deseos del primer gilip maromo que le hace una caída de ojitos. Con la prosa más ramplona y pedestre que imaginarse pueda.
En resumen, “Cautiva en la oscuridad” sólo puede gustar si nunca superaste la fase princesas Disney en su faceta más retorcida y tienes una edad (mental) de diecisiete años.
Y ahora me voy a leer a Kinsale. Protagonistas masculinos con un pasado traumático redimidos por el amor. Para lectores adultos. Contado por una escritora de verdad.
Valoración: Una rosa.