martes, 29 de diciembre de 2015

Cautiva en la oscuridad-C.J.Roberts

Caleb es un hombre con un singular interés por la venganza. Secuestrado cuando era niño y vendido como esclavo por un mafioso hambriento de poder, no ha pensado en nada excepto la venganza. Durante doce años se ha sumergido en el mundo de los esclavos de placer buscando al hombre que él considera responsable en última instancia. Finalmente, el arquitecto de su sufrimiento ha surgido con una nueva identidad, pero no con una nueva naturaleza. Si Caleb consigue acercarse lo suficientemente para atacar, debe convertirse en la misma cosa que aborrece y secuestrar a una hermosa chica para entrenarla para ser todo lo que él fue una vez. Olivia Ruiz, de dieciocho años, acaba de despertar en un lugar extraño. Atada, con los ojos vendados y solo una tranquila voz masculina para darle la bienvenida. Su nombre es Caleb, aunque él exige ser llamado Amo. Olivia es joven, hermosa, ingenua y testaruda a más no poder. Tiene una oscura sensualidad que no puede ser escondida o negada, aunque ella intenta conseguir ambas cosas. A pesar de que tiene miedo del fuerte, sádico y arrogante hombre que la tiene prisionera, lo que mantiene a Olivia despierta en la oscuridad es su indeseada atracción por él.
Esta ha sido mi primera incursión en el “dark romance”. Seguramente sea también la última. Mis razones:
Yo a esto no le veo el “romance” por ningún lado. Esto no es una novela romántica. Esto es una novela negra. Es la historia de un secuestro y el consiguiente abuso físico, psicológico y sexual del secuestrador hacia su víctima. Si crees que aquí hay romance, necesitas hacértelo mirar. Por un psiquiatra.
Es que el romance comienza en el segundo libro”. Verás, tengo a mis espaldas muchos millones de páginas como lectora y ciertos trucos baratos no me impresionan. Trucos para inflar ventas, quiero decir. Trucos como “esto da para una novela, pero hagamos una trilogía”. Cuando un autor/editorial recurre a este truco en particular, el primer volumen corresponde al planteamiento de la historia, el segundo al nudo y el tercero al desenlace. Por lo general, para duplicar el número de páginas de un manuscrito, los autores sin talento rellenan hojas y hojas con divagaciones repetitivas. Cuando lo significativo de la historia se reduce a un tercio (o menos) del libro, parece que no pasa nada. Y cuando no pasa nada, el lector (yo) se aburre.
Dicho lo anterior, a este libro le sobran 100 páginas. Los escritores de verdad corrigen y recortan, hasta llegar a lo esencial de la historia. Tal vez la autora no pudo asistir el día que explicaron esto en su escuela de escritura creativa. Ahora que lo pienso, parece que nunca haya ido a una escuela de escritura creativa. Recortar es un servicio a la humanidad, C.J. Miles de árboles mueren inútilmente todos los años por tu causa. Ayuda a parar esta masacre.
El estilo literario es…inexistente. “Cautiva en la oscuridad” parece escrita (a ratos) por alguien de quince años. Hummm… ¿O sería en el móvil a lo largo del día?
Sus protagonistas tienen la profundidad psicológica de un camarón. Y lo confieso: no siento pasión por la biología marina. Me es imposible conectar con unos personajes tan planos. Caleb es un muñeco de plástico elaborado a partir de una acumulación de clichés por una adolescente hormonalmente desatada: es superguapo, superatractivo, supersexy y supercachas y como tuvo una infancia terrible tenemos que quererle y entender que haga de la vida de Livvie una mierda. Livvie es una marysue de libro, en la rama “desdichada huerfanita”. La perdono porque acaba de salir del cascarón y no sabe nada de la vida, es decir, es más tonta que pichote. Cualquier persona sensata sabe lo que Livvie necesita no es a Caleb, sino alejarse de él por patas, un psicólogo y una amorosa familia de acogida.
Los dos puntos anteriores me llevan a: esto es un fan fiction. O eso, o todas las malas novelas se parecen. Volvemos a encontrar por enésima vez la jovencita/adolescente con baja autoestima que desea ser querida y cree que el mejor camino es someterse a los deseos del primer gilip maromo que le hace una caída de ojitos. Con la prosa más ramplona y pedestre que imaginarse pueda.
En resumen, “Cautiva en la oscuridad” sólo puede gustar si nunca superaste la fase princesas Disney en su faceta más retorcida y tienes una edad (mental) de diecisiete años.
Y ahora me voy a leer a Kinsale. Protagonistas masculinos con un pasado traumático redimidos por el amor. Para lectores adultos. Contado por una escritora de verdad.
Valoración: Una rosa.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Viento Recio- Cindy Holby



El último de los Duncans sobrevive en los territorios vírgenes del Nuevo Mundo.
Partiendo de las Highlands en busca del Nuevo Mundo a la tierna edad de diez años, Connor Duncan aprendió muy pronto que sólo sobreviven los luchadores y los que gozan de buena estrella. Él contaba con ambos factores y terminó convirtiéndose en un excelente explorador y un experto tirador... un hombre al que siempre había que tener en cuenta.
Connor conocía mejor que los propios nativos los bosques por los que se movía, pero no se sentía nada cómodo en los salones de Williamsburg. ¿Qué podía hacer un rudo hombre de las fronteras como él con la protegida y bella sobrina del gobernador? Pero parecía que le era imposible evitar a la «viuda virgen», como se la conocía, sobre todo cuando la mujer no dejaba de insistir en acompañarle en una peligrosa misión a través de los salvajes bosques hasta el Fuerte Savannah.
Ahora, ningún secuestro, ninguna tortura, y ni siquiera el violento alumbramiento de una nueva nación podrán separar a estos dos amantes e impedir el nacimiento de una nueva dinastía de Duncans.

Imaginad:
1. Que Diana Gabaldon fuera una escritora de novela romántica al uso. Es decir, que abrieras un libro suyo y, a la tercera frase, no te asaltaran los aromas a tierra mojada, humo y picea.
2. Que fuese capaz de contar una historia en 300 páginas. (Tampoco me quejo, Diana. Tus novelas se me hacen cortas. Muy cortas)
Pues esta es la novela que hubiese escrito si se dieran las dos condiciones anteriores.
Protagonista pelirrojo. De origen escocés. Nacido en el mismo campo de batalla de Culloden. Y la acción transcurre en tierras de Carolina del Norte unos años antes de la revolución americana. En resumen, todos los elementos necesarios para – al menos en mi caso- lanzarse de cabeza a la lectura.
La historia ha estado a la altura de mis expectativas. Todos los personajes están muy bien construidos, con la pequeña excepción del hermano de la protagonista, cuyas motivaciones no quedan muy claras (aunque el misterio huele a leitmotiv de una secuela).
Me ha encantado la pareja protagonista, que crece y crece a medida que la historia se desarrolla. Connor Duncan es uno de esos protagonistas que cautivan porque es capaz de sobreponerse a una durísima experiencia vital anterior: hijo póstumo, su madre lo alumbró el mismo día de la batalla de Culloden para morir ante sus ojos vilmente ultrajada por casacas rojas cuando Connor tiene sólo diez años. A él le enviarán como esclavo al Nuevo Mundo. Allí encontrará ingleses que le brindarán su apoyo y su amistad. Pero no olvidará  que no todos son así.
Caroline Murray llega al Nuevo Mundo con la esperanza de contraer un matrimonio "adecuado", labor nada fácil, pues llega acompañada de perniciosos cotilleos sobre las repentinas muertes de sus anteriores prometidos. Además, siendo sobrina del gobernador pocos son los candidatos en esas lejanas tierras que estén en condiciones de poder aspirar a su mano. Carrie trasciende el tipo de señorita remilgada y damisela en apuros, pues Holby nos muestra desde el minuto uno que detrás de una fachada de refinamiento social se encuentra una enorme fascinación por las nuevas tierras en las que se encuentra. Será ese afán de conocimiento lo que le llevará a vivir numerosas peripecias y a encontrar un amor que merezca la pena, aunque su elección desafíe todas las convenciones sociales.Y también a pelear con uñas y dientes por él, demostrando por el camino que tras su delicada superficie se oculta un fuerte acero.  
“Viento recio” es una novela en la que tiene un peso importante la trama de aventuras, pero tan bien encajada en la historia que la ayuda a avanzar y no la lastra. Tanto el espectacular marco natural  en el que se desarrolla la novela como la presencia en ese territorio de distintos colectivos humanos, cada uno con sus intereses, lo piden. Encontrarás a lo largo de sus páginas un reflejo de la dura vida de los colonos, la posición superior a ellos que creen tener las autoridades británicas y, siempre latente, la amenaza de las distintas tribus indias. Como apunte curioso, las lectoras anglosajonas apuntan en sus reseñas de la novela en Goodreads que les recuerda al mundo de “El último mohicano”.
Aunque es una historia en la que no hay apenas escenas hot, sí narra una gran historia de amor, llena de ternura y de un sutil erotismo a lo largo de sus páginas.  
Es de agradecer que algunas editoriales nos regalen una novela bien escrita, con unos personajes potentes y una trama construida sobre cimientos sólidos. Una rara joya en estos tiempos que corren de historias con portada en negro supuestamente románticas y supuestamente eróticas y, lamentablemente, muy mal escritas. 
Lo triste es que podemos disfrutar de joyas como ésta muy de cuando en cuando, mientras el mercado está saturado de esas mal llamadas “novelas de moda”.
Al menos para mí, Cindy Holby es un gran descubrimiento. Y “Viento recio” una novela altamente recomendable.

Valoración: Cuatro rosas.


domingo, 15 de noviembre de 2015

Tus malas costumbres- Cuarteto duquesas IV- Eloisa James

Helene, la condesa de Godwin, sabe que no hay nada más insoportablemente aburrido que una mujer casta y pura. Después de todo, ella lo ha sido durante diez largos años, mientras el canalla de su marido vive entre prostíbulos y va de escándalo en escándalo. Decide que ya es hora de un cambio: se cubre con un vestido muy transparente y acude al baile cual Cenicienta, esperando encontrarse con un príncipe encantador que caiga rendido a sus pies… y también en su cama.
Pero en lugar de un príncipe, se encuentra con su inestable y exasperantemente atractivo… marido, el conde de Godwin. Éste le hace una descarada oferta, y Helene decide ser su esposa de nuevo… y no sólo de palabra. No, esta vez está decidida a ser muy, muy malvada.
Llego -por fin- a terminar esta tetralogía que, la verdad sea dicha, me ha dejado fría. No sólo porque es muy irregular y en ocasiones me ha resultado incluso un poco caótica, sino porque el final no está a la altura.
Eloisa James ha defraudado bastante mis expectativas que con sus antecedentes eran muy altas. Esperaba mucho más de ella y de esta serie que sobre al menos sobre el papel tenía todos los ingredientes para  resultar inolvidable. Lamentablemente, la olvidaré muy pronto.
En primer lugar, me ha costado mucho empatizar con los protagonistas. Durante tres libros Helene ha sido un personaje de relleno y su Rees, aún menos que eso. Ella era una pavisosa y una mojigata. Él, el mejor ejemplo de un gañán en el salón y un fiasco en la cama. James no ha sabido hacer que, como lectora, me muera por saber que va a pasar con estos dos.
La única forma de arreglar este desaguisado es, por supuesto, comenzar de nuevo. Esta es una historia de segundas oportunidades que en realidad son casi una primera vez. Helene y Rees, tras un flechazo juvenil motivado en buena medida por su común amor por la música, se fugaron para casarse en la mítica Gretna Green. El matrimonio pronto fué un fiasco, así que acordaron vivir separados. Pero mientras ella ha llevado una vida intachable durante una década, él se ha labrado a pulso una fama de rudo, antisocial e incluso licencioso. 
Cuando una de sus amigas, casada en un matrimonio feliz, tiene su primer hijo, Helene se da cuenta de repente de todas las cosas a las que ha renunciado.  Como sabe que la posibilidad de tener un matrimonio feliz es muy escasa, pasa a cifrar su objetivo en, al menos, tener un hijo. Y ya que la relación con su esposo es nula, decide tenerlo con otro hombre. El problema es que su marido no está dispuesto a dar su nombre al hijo de otro. 
Aquí debería seguir una sucesión de escenas picantes, de tiras y aflojas entre los dos y de una escalada de tensión sexual que le hubieran dado vidilla a la novela. Pero James opta por que Helene y Rees acuerden vivir juntos para tener su hijo y criarlo. La historia pierde interés desde ese momento, discurriendo por caminos previsibles.Tanto que no tiene más remedio que introducir una nueva intriga amorosa entre los personajes secundarios. La autora incluso hace que comulguemos con ruedas de molino, como que las relaciones íntimas entre Rees y Helene que hasta el momento han sido no solo insatisfactorias, sino incluso molestas para Helene, pasen a ser por arte de magia maravillosas.  
Me gustaría señalar que durante toda la serie, es evidente influencia en Eloisa James de Georgette Heyer (una escritora que recomiendo vivamente). O mejor dicho, James intenta parecerse a Heyer, pero se queda a mucha distancia de la ironía, el  fino humor y la elegancia con que la reina del Regency romance refleja la época.
En resumen, una novela decepcionante y un fín de serie en tendencia descendente.
Valoración: Dos rosas.

domingo, 25 de octubre de 2015

Si me traicionas-Trilogía Hermanos MacCarrick III- Kresley Cole


Ethan MacCarrick era un joven atractivo, hasta que fue brutalmente castigado por un crimen que no había cometido. Ethan se vengó del noble que ordenó su tortura arruinándolo y consiguiendo que tuviera que exiliarse junto con su familia. Diez años más tarde, Madeleine van Rowen, una muchacha bella y misteriosa, lo hechiza con sus encantos, pero cuando Ethan descubre que se trata de la hija de su enemigo, no duda en utilizarla para vengarse… 
Si en las dos anteriores entregas de esta trilogía ya me quejaba de la repetición de la trama, en esta tercera he encontrado... más de lo mismo (es decir, de nuevo la historia de la damisela en apuros). Eso sí, llevada en esta ocasión a unos extremos que harían llorar a un autor de folletín decimonónico. Pienso que en vez de cargar las tintas -verbo repetir, género candongo, dear Kresley-, la escritora mejor hubiera trabajado una historia con una trama diferente, porque leer tres veces seguidas  "casi lo mismo" no es de recibo. 
Kresley Cole intenta distraer introduciendo un elemento clásico en la novela romántica: una historia de venganza (que ya sabemos de antemano como terminará porque el hombre dispone, pero es ver a la churri y sólo piensa con la entrepierna a partir de entonces se nos olvidan los propósitos a la de tres). En descargo de la autora diré que la trama de venganza funciona muy bien, porque Cole la retoma bien entrada la novela, cuando la relación de los protagonistas ya está más que asentada y, justo en ese momento, la posibilidad de que Madeleine descubra que el culpable de su perra vida todas sus amargas desgracias es el hombre que ama, es un posible elemento desestabilizador de primera magnitud.  Esta lectora, tras pasar unas páginas de infarto por si se destapaba el pastel, pronto recapacitó y volvió en sí, porque como bien sabemos ustedes y yo, el happy end es en estos prados un imperativo categórico y por mor del mismo todas las perrerías se perdonan, pelillos a la mar y aquí paz y después gloria, que quedan pocas páginas para terminar la novela.  ¡Ay de esos vengadores de pacotilla si los pillara servidora!
Aun así, a estas alturas, a Cole le perdono casi todo: parece marca de la casa que no cuide las tramas y que las considere una mera excusa para reunir -o separar- a la pareja protagonista. Porque cuando los junta comienzan los fuegos artificiales. Al igual que en las dos novelas anteriores de la serie, confirmo que donde la autora se crece y demuestra lo mucho que vale es en las escenas en las que nos habla de los sentimientos y los pensamientos de los protagonistas. Sin embargo, no logra alcanzar el nivel de "Si me deseas", que en mi opinión es la mejor novela de la trilogía. Es una lástima que "Si me traicionas" sea una novela inferior a su precedente en la saga.
Valoración: Dos rosas. 

miércoles, 14 de octubre de 2015

4 cosas que debes saber si escribes novela romántica

1. Una novela tiene un principio, un desarrollo y un final. No es una mera sucesión de escenas en las que la protagonista (un evidente trasunto tuyo, querida autora) alterna con el galán discusiones a gritos, -supuestamente cargadas de "tensión sexual"-, con escenas eróticas -también supuestamente cargadas de "tensión sexual". Supuestamente.
     Tu "tensión sexual"

2. Describir a tu protagonista como "atractivo" (y sus variantes "muy atractivo" e "increíblemente atractivo") es síntoma de pereza.  E identificar un físico impactante con la condición necesaria para que un hombre parezca atractivo a una mujer, es reduccionista. Son muchas las cualidades -muchas veces no sólo físicas- que hacen que un hombre sea seductor. Hay un montón de hombres calvos, gorditos, sesentones e incluso setentones que siguen pareciendo "increíblemente atractivos" y sexys a millones de mujeres en todo el mundo.
 Para muestra un botón
3.  Una cosa es ser una mujer fuerte y otra una maleducada. Si tu protagonista quiere recibir un trato respetuoso, deberá ser respetuosa. Especialmente con el protagonista. Las relaciones amorosas adultas son un do ut des. La prepotencia, la chulería y los malos modos harán que tu protagonista parezca una cría malcriada. Y, creeme, las crías no protagonizan novelas románticas.
Tu "heroína"

4. Si tus personajes practican alguna conducta sexual en la que no tienes experiencia directa, Pornhub no es una buena fuente de información. Redtube, tampoco. El porno es el photoshop del sexo.
También me refiero a esto

jueves, 1 de octubre de 2015

Si me deseas- Trilogia Hermanos MacCarrick II- Kresley Cole


¿Cuánta tentación puede resistir un Highlander?
Él intentó huir. . .
Durante su juventud, Hugh MacCarrick se enamoró locamente de una bella muchacha inglesa con sus bromas y maneras coquetas... hasta que se dio cuenta que nunca podría casarse con ella ya que tan sólo era un segundón sin aspiraciones sobre el que pesaba una maldición ancestral. Así que, para evitar la tentación, Hugh abandonó su hogar y se entrenó para convertirse en un asesino.
Ella intentó olvidarle...
Jane Weyland se quedó destrozada cuando el apuesto Highlander con el que creía que se casaría la abandonó. Años más tarde, cuando Hugh MacCarrick es contratado para protegerla de los enemigos de su padre, su pena se ha transformado en furia —pero su deseo hacia él no ha disminuido ni un ápice.
¿Renacerá la pasión entre ellos?
Ahora, a escondidas, Jane atormenta a Hugh con un peligroso juego de seducción y éste intenta resistirse por temor a que los secretos ocultos arriesguen su vida. Pero Hugh ya no es un manso jovenzuelo —y tentar con una acalorada pasión a un guerrero despiadado puede hacer que Jane se queme... o avive la llama de un amor que nunca murió.
En la reseña de la primera novela de esta trilogía ya apuntaba los que a mi juicio eran los puntos a favor y los puntos en contra del “estilo Cole”. Esta segunda  parte no ha hecho más que confirmar mis primeras impresiones.
Como es costumbre dar primero las malas noticias, empezaré por los contras. “Si me deseas” tiene casi la misma trama que la primera entrega de la saga: la clásica historia de la damisela en apuros y el caballero que llega para salvarla. La única diferencia respecto a ella es que los protagonistas ya se conocieron – y se enamoraron- con anterioridad. Esta repetición argumental me ha dejado en algunos momentos una sensación de déjà vu,  y también ha hecho que mi atención decayera, puesto que en algunas ocasiones tenía la sensación de estar leyendo de nuevo “Si te atreves”. Confieso que esperaba que Cole creara una historia diferente, con un argumento distinto para cada uno de los hermanos protagonistas de la saga. La autora simplemente “clona” de la novela anterior el marco que sirve de fondo al romance. Porque aunque hay una trama de suspense, una huída, un asesino peligroso y una sucesión de aventuras para darle esquinazo,  e incluso una maldición ancestral que se interpone entre los amantes  - ¡que no falte de ná! -  todos estos elementos son accesorios, una simple excusa para la autora. Como ya ocurría en “Si te atreves”, las peripecias a las que se ve lanzada la pareja protagonista son la parte más floja y prescindible de la novela.
Tras los deméritos, las virtudes (que son muchas). Cole es una gran exploradora de los personajes y de sus sentimientos*. Y cuando se mete en faena, lo hace con tal demostración de oficio que atrapa al lector.  La autora nos describe con  igual maestría a los jóvenes que se sintieron primero mutuamente atraídos y luego se enamoraron, la renuncia por parte de él y la decepción por parte de ella y el distanciamiento posterior que no hace más que ahondar sus sentimientos y hacerlos madurar. Los protagonistas, que en otras manos no pasarían de ser casi un cliché, adquieren gracias a la autora verosimilitud y profundidad. Jane no es la típica heroína dividida entre lo que siente su corazón y lo que dicta su razón, es una mujer adulta que se sabe enamorada de un hombre con el que no puede casarse, así que está decidida a pasar página y labrarse un futuro si no perfecto, sí razonablemente feliz con otro. Hugh no es el típico héroe romántico forzado por las circunstancias a amar a una mujer en la distancia, sino un hombre adulto con un carácter duro forjado por sus renuncias vitales, que es consciente de que encuentra en sus propias debilidades la fortaleza para seguir adelante. La amenaza de un inminente peligro no es más que una mera excusa para unirlos de nuevo, lanzarlos por un camino de autodescubrimiento, cuestionar sus sentimientos y demostrar el viejo aforismo de que el amor todo lo puede. 


*En haggardiano:”Cole es más escritora”.   
Valoración: Tres rosas.  


martes, 15 de septiembre de 2015

Si te atreves-Trilogía Hermanos MacCarrick I-Kresley Cole

En lo más alto de los Pirineos, una banda de mercenarios liderada por Courtland MacCarrick lucha a las órdenes del general Reynaldo Pascal. Pero cuando Court se vuelve en contra del cruel militar, Pascal ordena su muerte. Court escapa por poco y exige venganza secuestrando a la exquisita compañera castellana de Pascal.

La noble heredera Annalía Tristán Llorente desprecia a su enorme y bárbaro captor casi tanto como a Pascal, y su inexplicable atracción por el Highlander sólo alimenta su furia. No obstante, nada evitará que vuelva con Pascal, ya que si no se casa con él, estará firmando la sentencia de muerte de su hermano, así como la suya propia.

Desde el momento en que Court descubre que tras la remilgada Anna se esconde una muchacha apasionada y valiente, se queda prendado de ella arriesgándose a desafiar la maldición que ha ensombrecido toda su vida: enfrentarse a la muerte... o vivir en soledad. Pero Pascal ha jurado darles caza, sin cejar en su empeño hasta que los destruya.

Si logran sobrevivir a su temido enemigo, ¿podrá un rudo mercenario de las Highland convencer a la única mujer que ha amado para que sea suya para siempre?
Otra lectura del RETO propuesto por la Bibliotecaria Circunstancial (#RetoLector2015BLBC). La primera vez que leía a Kresley Cole, una autora conocida por su saga paranormal "Inmortales" y con un montón de seguidoras. Como lo mío no es el romance paranormal y además para cumplir con el reto necesitaba una trilogía, opté por la saga de los Hermanos MacCarrick, que aunque cuenta con un pequeño elemento mágico o sobrenatural, es básicamente romance histórico. 
Mi primer acercamiento a esta autora es ambivalente. Cuando comencé a leer "Si te atreves" y hasta que llegué a la página 135 estuve tentada en varias ocasiones a tirar el libro por la ventana. Si no lo hice fue porque me venció la pereza de tener que buscar una nueva trilogía con la que cumplir mi objetivo.  
Como lectora, el romance histórico es un subgénero en el que me encuentro muy a gusto, pero eso sí, exijo cierta verosimilitud. En este caso la historia comienza siendo un puro despropósito. La acción transcurre en Andorra, país que por su vasta extensión es bien sabido que es el lugar idóneo para esconder un gran ejército. Uno tan grande como para invadir España, por ejemplo (España no se ha dado cuenta porque debe mirar hacia otro lado). Porque ese es el objetivo de su general, (que es malo malísimo...tanto que debe estar en el eje del mal decimonónico) invadir España para hacerse con su trono. El hecho de que estemos en 1850 y haya mas de veinte borbones en la línea de sucesión al trono a Cole no parece importarle, porque nuestro archivillano cuenta con un super as en la manga: ¡está prometido a la heredera de la Casa de Castilla! (y que tal "Casa" dejara de existir trescientos años antes es asunto baladí). Mitad picueta, mitad ojiplática, esta lectora decidió continuar la lectura del que parecía el mejor libro de humor de los últimos tiempos. La cosa hubiese podido ser tolerable si al menos la historia de amor hubiese estado a la altura, pero con una protagonista de comportamiento grosero y maleducado -con la que es muy difícil empatizar- lo único que deseaba era que Courtland la encerrara y tirase la llave.
Pero de repente...¡sorpresa! Las páginas pasan, los villanos de cartón piedra se esfuman, las tramas políticas de chichinabo se diluyen y, de repente... la historia se centra únicamente en la pareja protagonista, en sus sentimientos y surge una de esas historias de amor que te atrapa y te impulsa a pasar página tras página porque quieres saber más (y lamentas al mismo tiempo que vaya a terminarse). En cuanto salen de foco todos esos elementos que no suman, sino que estorban y la trama se fija en lo esencial la novela gana mil puntos y te dan lo mismo los malos malísimos, los complots de primero de perversidad y las maldiciones ancestrales. 
Me gustaría saber si esta es una primera novela que no fue revisada antes de su publicación, porque es tan irregular que me pregunto si esas dos partes de "Si te atreves" han sido escritas por la misma mano.      

Valoración: Dos rosas. 


lunes, 7 de septiembre de 2015

Luz de luna- Hermanos Donally II-Melody Thomas

El desierto egipcio a la luz de la luna... El último lugar  donde Brianna Donally habría imaginado que encontraría a un hombre tan libre y poco convencional como ella, alguien por quien infringir las normas no escritas de la estricta sociedad victoriana arriesgándose a provocar un escándalo. Hace años que el comandante Fallon se alejó de su aristocrática familia, cambió de apellido y se alistó en el ejército con la esperanza de pasar página al pasado. Desde entonces no ha querido ni pretendido ser un caballero. Sin embargo, algo se agita en su interior ante el acuerdo ilícito que le propone esta joven decidida y arrogantemente independiente. Porque por primera vez en mucho tiempo una emoción distinta se ha despertado en él.
"Luz de luna" es una de esas novelas que bebe directamente de la gran renovación de la novela romántica histórica de los ochenta y noventa del siglo pasado. La autora, -que se confiesa seguidora de K. Woodiwiss o Judith McNaught- juega con soltura con los elementos claves del género: escenario exótico que aporta las dosis precisas de épica y sensualidad, heroína de carácter fuerte y audaz y protagonista masculino sencillamente arrasador. Un combo ganador que hace que la historia atrape a la lectora desde la primera página. 
A todo ello yo añadiría otro aspecto que resulta refrescante en  el universo actual de protagonistas femeninas recien salidas del cascarón y deseosas de agradar al elemento masculino a toda costa: Brianna Donally es un personaje fascinante por sí misma. Una mujer adulta, volcada en diversas causas sociales en las que cree tan firmemente como para arrostrar el escándalo público en su defensa, recién llegada a Egipto, lugar en el que encontrará a un hombre a su altura. Un hombre con el que (¡gracias a Dios!) no quiere casarse, ni al que quiere cambiar, sino al que propondrá -nada más y nada menos- ser su amante.     
Lo mejor de esta novela es sin duda su primera mitad, que es la que transcurre en Egipto. A mi juicio, en cuanto la acción se traslada a Inglaterra, se eclipsa no sólo el exotismo sino también la sensualidad, la trama discurre por lugares comunes e incluso el comandante Fallon es menos él y Brianna menos ella. No obstante, es una lectura agradable que gustará a las amantes del género histórico.
Valoración:Tres rosas. 

jueves, 13 de agosto de 2015

Este corazón mío- Susan Elisabeth Philips

Molly Somerville tiene fama de meterse en líos. Es verdad que se desprendió de una herencia de quince millones de dólares… pero vaya, nadie es perfecto. Aún así tiene una vida casi perfecta, esa es Molly. Aunque sus libros de la Conejita Daphne podrían venderse mejor, vive encantada con su minúsculo loft, su caniche francés y su profesión de escritora de cuentos infantiles. Sí, Molly se siente feliz por casi todo … excepto por llevar tanto tiempo enamorada de Kevin Tucker, el desvergonzado y terriblemente atractivo jugador de los Chicago Star, ¡un hombre que ni siquiera recuerda cómo se llama ella! Una noche, la tendencia a meterse en líos la lleva directamente a los brazos de Kevin. Si al menos ese futbolista bien pagado, que conduce Ferraris y detesta los caniches, fuese tan superficial como ella desea, Molly podría conseguir una vida casi perfecta. 
Hace unas semanas reconocía que lo mío no eran las novelas con protagonista deportista. Pues bien, reconozco también que me como mis palabras con patatas. Empiezo a pensar que la clave está en que la historia esté bien contada, los personajes sean creíbles desde el principio al fin y haya una escritora con oficio a los mandos. Susan Elisabeth Philips ofrece todo eso y más.
Esta es la primera vez que leo una novela de esta autora -que venía recomendadísima, esta vez para bien- y mis expectativas se han visto ampliamente superadas. ¡De hecho se ha convertido en una de mis favoritas!
Decidida a vivir peligrosamente -lo mío ya no es el parapente- rescaté este título de mi vieja biblioteca para cumplir una vez más con los compromisos de mi reto lector.
La recomendación, eso sí, venía con dos peros. El primero, que "Este corazón mío" no es "una de las mejores novelas de la autora".(¿No? ¡Cómo serán las buenas! Porque esta es sin lugar a dudas una de las mejores lecturas y una de las que mas he disfrutado este año). Y por creación de personajes, desarrollo de la trama y sus muchos detalles que encajan como un puzzle esta es sin duda una novela muy bien escrita. Uno de los detalles que más me han gustado -y que demuestran que hay detrás una autora con solvencia- es como el trabajo principal de la protagonista se convierte en un elemento fundamental a la hora de caracterizar el personaje, hacer avanzar la historia e incluso para dar forma a la relación de amor. La vocación de Molly como escritora e ilustradora infantil es un importante pivote en la novela, pues a través de las aventuras de sus personajes imaginarios tenemos acceso a su mundo interior. La conejita Daphne y el tejón Benny, evidentes trasuntos de los protagonistas, permitirán que éstos reconecten con su infancia y curen sus heridas emocionales, que tienen su origen en esa etapa de sus vidas. E incluso añadirán con sus peripecias un espíritu juguetón que dota de picardía y erotismo a la relación.
El segundo pero: "Hay un giro muy raro en la trama". Después de leer el libro, la verdad es que yo no creo que haya tal cosa. De hecho la trama me parece coherente en todo momento y las reacciones de los personajes también. Más bien creo que el desasosiego de mi recomendadora venía porque lo que hace la autora es saltarse a la torera dos de las SAGRADAS REGLAS DEL GÉNERO, a saber:
  • La protagonista es siempre una persona moral. (Puede ser ladrona, coqueta, mentirosa, superficial, etc, pero siempre es pura fachada y lo hace forzada por las circunstancias y siendo presa de enormes dilemas éticos. Porque ella es más buena que el pan)
  • No habrá contacto físico íntimo entre los protagonistas hasta después de 100 páginas (al menos).
Molly hace algo que está muy mal. Una cochinada, oigan. Es verdad que Molly hace locuras: arrastra un largo historial de ellas. Y como lectora sabes desde el minuto uno que una nueva locura está al caer, porque a la autora sólo le falta poner en el texto señales luminosas. Pero esta vez Molly se pasa de la raya, porque no sólo fastidiará su vida, sino que hará daño a otro, utilizando a Kevin de la peor manera. Y, por supuesto, ello hace que te distancies de la protagonista. Molly pagará con creces su paso en falso, entre otras razones porque Kevin esta a años luz del hombre superficial que ella cree que es. En el viaje de descubrimiento mutuo en el que les embarcan las circunstancias es donde reside el núcleo de una historia de amor de esas que llenan de verdad. Y en el talento de la escritora que te reconcilies con los personajes.
SEP, me leería otro libro tuyo ya.
Valoración:Cuatro rosas.

jueves, 2 de julio de 2015

Sígueme la corriente- Megan Maxwell


Una divertida novela romántica que te hará sonreír, suspirar y enamorarte de sus protagonistas. Tony Ferrasa es un guapo, adinerado y exitoso compositor de música puertorriqueño. No hay mujer que se le resista y que olvide con facilidad su mirada verde y leonina. Ruth es una joven que con apenas veinte años tuvo que h acerse cargo de su hermana recién nacida y de un hermano delincuente. Cuando parece que por fin consigue encauzar su vida, se queda embarazada y su pareja acaba abandonándola. Para sacar adelante a su familia acepta cualquier trabajo digno que se le presente, por lo que Tony y Ruth acaban conociéndose en una fiesta en la que ella sirve como camarera. A partir de entonces, como el destino es tan caprichoso, se encuentran en diversas ocasiones, y a pesar del interés que él le demuestra, ella se mantiene fría e indiferente. Poco a poco ambos se van enganchando a una no-relación que acaba por desvelarles que lo que sienten el uno por el otro es mucho más intenso de lo que están dispuestos a admitir. Intentan alejarse, pero cuanto más empeño ponen en ello, menos lo consiguen y más fuerte se hace la atracción. Sígueme la corriente es una divertida y sexy comedia romántica que hará que te enamores incluso del aire que respiran sus protagonistas.
 
Esta también es una lectura que escogí para el RetoLector2015BLBC y que ha resultado ser una sorpresa, aunque no precisamente grata.
Es tal cual, la historia de Cenicienta y el príncipe. Ruth ha tenido una madre-madrasta que abandonó a su familia y un padre amoroso del que guarda el mejor de los recuerdos. No tiene hermanastras, pero huye de una expareja que la explotó y utilizó de la peor manera. No trabaja como criada, sino como camarera; pluriempleada hasta la extenuación, porque cuida y mantiene a su hermana pequeña gravemente enferma y a dos gemelos fruto de esa nefasta relación, pero aun así le cuesta llegar a fin de mes. No tiene hada madrina, ni calabaza ni ratones, pero cuando deba ir al baile sus amigos –un matrimonio gay- harán magia para cuidar de sus niños y que ella pueda calzarse los zapatos de cristal…. Tony es rico y triunfador, lo que de por sí basta para hacerle atractivo a los ojos de las mujeres que se encuentra. Ruth no le dejará un zapato de cristal, sino que directamente le dará un puntapié. Enfrentado por primera vez a una mujer que le muestra su indiferencia, el príncipe no necesitará de otro acicate para perseguir a Cenicienta.
El planteamiento en principio resulta interesante pero como la trama discurre por el camino más previsible, el entusiasmo de esta lectora fue perdiendo fuelle poco a poco. Ningún pero puede ponerse a Tony que resulta el galán Mary Poppins (prácticamente perfecto en todo): atento, amante apasionado e incluso completamente respetuoso con los tiempos y condiciones que Ruth le impone. Pronto queda claro que el único obstáculo en su relación es el prurito de Ruth a que un hombre la mantenga, aunque curiosamente cuando ese obstáculo desaparezca, ella misma será la primera que se lance a disfrutar sin el menor remordimiento de fiestas, vestidos y joyas.  A esto hay que añadir que la autora carga en exceso las tintas en su caracterización de la protagonista, presentándola en ciertas ocasiones más como el tópico de la pobre huerfanita de culebrón que sufre golpe tras golpe del cruel destino que como la mujer moderna que es, valiente y con arrestos suficientes para ponerse el mundo por montera y sacar adelante su familia. Por eso a medida que avanza la trama, me resulta poco coherente que esa mujer, que entonces ya cuenta con el apoyo de Tony, se amilane ante la posible reaparición de su ex, un cobarde matón de la peor especie, una trama que alarga artificialmente el libro, porque la historia de amor  hace tiempo que está asentada (por no decir estancada).   
Maxwell intenta introducir la música como un elemento destacado en la historia, como es lógico con un protagonista compositor. Y digo intenta, porque todavía no le encuentro mucho sentido a la utilización de este recurso. Por una parte, los capítulos llevan el título de canciones famosas, lo que tendría algún sentido si la trama que se desarrolla en el mismo tuviese alguna relación con –por ejemplo- la letra de las mismas.  Por otra, las menciones a canciones a lo largo de la historia son algunas veces tan numerosas que llegué a pensar que se trataba de una novela patrocinada por alguna discográfica. Este exceso entorpece la lectura, y quizás tendría una razón de ser si las canciones  a las que se alude fuesen relevantes en el desarrollo de la trama, lo que en la mayoría de las ocasiones no es el caso, siendo éstas únicamente un detalle tan accesorio que podrían intercambiarse por cualesquiera otras.
Por las páginas de “Sígueme la corriente” desfilan norteamericanos, españoles, portorriqueños, etc, un gran punto a favor de una novela ambientada en California y Florida…Si no fuese porque todos los personajes hablan de la misma forma, en concreto como si hubiesen nacido y pasado toda su vida en Albacete, pongo por caso. Personalmente creo que le resta credibilidad a la ambientación, a la trama y a los personajes. Al final he terminado imaginándome a Tony Ferrasa más como a un Alejandro Sanz mesetario que como un boricúa de pura cepa.
Pero el mayor demérito de esta novela es a mi juicio la utilización del lenguaje que hace la autora. Me refiero en concreto a unos diálogos muchas veces banales que poco aportan a la trama y que parecen estar ahí únicamente para rellenar páginas y páginas. Y también (y esto me parece mucho más grave) a la reiteración de la misma expresión para reflejar un hecho -#stopEstocadas- repeticiones que se producen en ocasiones con sólo catorce frases de separación. Como presupongo que Megan Maxwell no carece de creatividad verbal, ni de un diccionario de sinónimos y revisa sus manuscritos antes de enviarlos a una editorial que,-como respeta a sus clientes del mismo modo que la autora a sus lectores- vuelve a revisarlos antes de enviarlos a la imprenta, me gustaría que alguien pudiese desentrañar el misterio de lo ocurrido. Y es que, señores, a partir de la segunda escena erótica esta lectora lo único que buscaba página tras página era… la estocada. 
Valoración: Una rosa.