¿Cuánta tentación puede resistir un Highlander?
Él intentó huir. . .
Durante su juventud, Hugh MacCarrick se enamoró locamente de una bella muchacha inglesa con sus bromas y maneras coquetas... hasta que se dio cuenta que nunca podría casarse con ella ya que tan sólo era un segundón sin aspiraciones sobre el que pesaba una maldición ancestral. Así que, para evitar la tentación, Hugh abandonó su hogar y se entrenó para convertirse en un asesino.
Ella intentó olvidarle...
Jane Weyland se quedó destrozada cuando el apuesto Highlander con el que creía que se casaría la abandonó. Años más tarde, cuando Hugh MacCarrick es contratado para protegerla de los enemigos de su padre, su pena se ha transformado en furia —pero su deseo hacia él no ha disminuido ni un ápice.
¿Renacerá la pasión entre ellos?
Ahora, a escondidas, Jane atormenta a Hugh con un peligroso juego de seducción y éste intenta resistirse por temor a que los secretos ocultos arriesguen su vida. Pero Hugh ya no es un manso jovenzuelo —y tentar con una acalorada pasión a un guerrero despiadado puede hacer que Jane se queme... o avive la llama de un amor que nunca murió.
En la reseña de la primera novela
de esta trilogía ya apuntaba los que a mi juicio eran los puntos a favor y los
puntos en contra del “estilo Cole”. Esta segunda parte no ha hecho más que confirmar mis
primeras impresiones.
Como es costumbre dar primero las
malas noticias, empezaré por los contras. “Si me deseas” tiene casi la misma
trama que la primera entrega de la saga: la clásica historia de la damisela en
apuros y el caballero que llega para salvarla. La única diferencia respecto a
ella es que los protagonistas ya se conocieron – y se enamoraron- con
anterioridad. Esta repetición argumental me ha dejado en algunos momentos una
sensación de déjà vu, y también ha hecho que mi atención decayera,
puesto que en algunas ocasiones tenía la sensación de estar leyendo de nuevo
“Si te atreves”. Confieso que esperaba que Cole creara una historia diferente,
con un argumento distinto para cada uno de los hermanos protagonistas de la
saga. La autora simplemente “clona” de la novela anterior el marco que sirve de
fondo al romance. Porque aunque hay una trama de suspense, una huída, un
asesino peligroso y una sucesión de aventuras para darle esquinazo, e incluso una maldición ancestral que se
interpone entre los amantes - ¡que no
falte de ná! - todos estos elementos son
accesorios, una simple excusa para la autora. Como ya ocurría en “Si te
atreves”, las peripecias a las que se ve lanzada la pareja protagonista son la
parte más floja y prescindible de la novela.
Tras los deméritos, las virtudes
(que son muchas). Cole es una gran
exploradora de los personajes y de sus sentimientos*. Y cuando se mete en
faena, lo hace con tal demostración de oficio que atrapa al lector. La autora nos describe con igual maestría a los jóvenes que se sintieron
primero mutuamente atraídos y luego se enamoraron, la renuncia por parte de él
y la decepción por parte de ella y el distanciamiento posterior que no hace más
que ahondar sus sentimientos y hacerlos madurar. Los protagonistas, que en
otras manos no pasarían de ser casi un cliché, adquieren gracias a la autora
verosimilitud y profundidad. Jane no es la típica heroína dividida entre lo que
siente su corazón y lo que dicta su razón, es una mujer adulta que se sabe
enamorada de un hombre con el que no puede casarse, así que está decidida a
pasar página y labrarse un futuro si no perfecto, sí razonablemente feliz con
otro. Hugh no es el típico héroe romántico forzado por las circunstancias a
amar a una mujer en la distancia, sino un hombre adulto con un carácter duro
forjado por sus renuncias vitales, que es consciente de que encuentra en sus propias
debilidades la fortaleza para seguir adelante. La amenaza de un inminente
peligro no es más que una mera excusa para unirlos de nuevo, lanzarlos por un
camino de autodescubrimiento, cuestionar sus sentimientos y demostrar el viejo
aforismo de que el amor todo lo puede.
*En haggardiano:”Cole es más
escritora”.
Valoración: Tres rosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario