domingo, 31 de mayo de 2015

Una persecución salvaje- Cuarteto Duquesas III- Eloisa James

Beatriz Lennox no se detendrá ante nada ni nadie para conseguir su objetivo: el atractivo conde de Spade.
Se rumorea a espaldas de los seguidores de las viudas ricas londinenses y en los rincones de los salones más elegantes, que el escándalo persigue deliberadamente a la salvaje lady Beatriz Lennox allí adonde va. Tres años atrás, la debutante había causado sensación tras ser encontrada en una posición inconfundiblemente comprometida. Ahora, todo el mundo la ha etiquetado de «incasable», su familia la ha catalogado como una «cualquiera», y Beatriz no tiene ningún motivo ya para ir detrás de lo que ––y de quien–– desea. Y ella quiere a Stephen Fairfax-Lacy, el atractivo conde de Spade. Pero ella no podría ser más diferente de la mujer ideal del conde.

Todavía me sigo preguntando cuál es la "persecución salvaje" que da título a la tercera entrega de esta serie. 
No es ninguna a la que se dedique el protagonista, Stephen Fairfax-Lacy que gracias al talento de Eloisa James consigue tener simultáneamente a lo largo de la novela nada menos que una amante, una prometida y un objeto de deseo y no parecer a los ojos de la lectora un completo sinvergüenza. Porque si algo caracteriza al señor Fairfax-Lacy es su condición de absoluto caballero, dispuesto en cualquier momento a acudir en ayuda de cuanta dama en apuros encuentra en su camino. Y se encontrará unas cuantas cuando, cansado de la vida política, acepte una invitación para pasar unos días en el campo. Buscando una aventura galante, se prestará primero a ser el supuesto amante de Helene, con el fin de celar al marido de ésta. Después no tendrá problema en fingir ser el prometido de Esme, que espera de esa manera alejar para siempre de su vida a Bonnington. Y mientras, se sentirá cada vez más y más atraido por Beatriz Lennox, una joven de pasado escandaloso que utiliza todas sus artimañas de seductora para flirtear descaradamente con él, pero que se resiste a ser amada, convencida de que una mujer con sus antecedentes no puede aspirar a la respetabilidad del matrimonio.
Tampoco es salvaje la persecución a la que Beatriz somete al pobre Stephen, al que tanto tira y afloja sensual le deja en más de una ocasión al borde de una severa frustración sexual. Y es que a lo largo de la lectura me ha resultado en ocasiones difícil simpatizar con Beatriz, un personaje poco común entre las protagonistas de novela romántica, que pueden ser en apariencia duras o frías, pero que pronto suelen mostrar que tales actitudes son una fachada y que su interior es tierno y blandito. Beatriz es una persona con un interior herido por el rechazo social y, sobre todo, el desprecio de su propia familia por unos actos irresponsables y alocados que cometió cuando era muy joven. Pero en su exterior es una persona cínica, experta en las artimañas de la seducción (ese relleno en el busto es impagable) y perfectamente capaz de convertir al pobre Fairfax-Lacy en el blanco de sus pullas hasta bien avanzada la historia. Nada, pues, de una tierna palomita. En ocasiones me ha parecido que la autora tiene que hacer malabares para que no le cojas manía a quien es tan fastidiosa con el adorable, apasionado y encantador Stephen. 
Beatriz se retrae ante cada avance de Faifax-Lacy, negándose a ver la atracción creciente que siente por él y cuando por fin sucumba a ella y la acepte, se negará a sí misma la posibilidad de ser feliz con el hombre que ama porque alberga la firme creencia de que no es digna de ser su esposa. Será Stephen quien ponga toda la carne en el asador para que la historia tenga buen fin, lo que parece ser un rasgo característico de esta serie, en la que la mayoría de los personajes masculinos hacen gala de una constancia y una paciencia dignas de un santo.
Es también en esta tercera entrega en la que culmina la historia de amor de Bonnington y Esme, que ha sido el hilo conductor hasta el momento.
Lo que sí me ha quedado claro con Fairfax-Lacy y Bonnington es que Eloísa James es una gran creadora de personajes masculinos.  
Valoración: Tres rosas. 
 

viernes, 29 de mayo de 2015

Loca de amor- Cuarteto Duquesas II- Eloisa James


Pero como buena doncella de campo, siempre ha mantenido su naturaleza sensual en secreto; hasta que conoce a Simon Darby. Una carta de amor muy subida de tono que de repente se hace pública. Todo el mundo supone que él se la ha escrito a ella, pero la verdad apenas importa frente al escándalo que se formará si no se casan de inmediato. Pero nada ha preparado a Henrietta para la pura sensualidad de... Simon ha jurado que nunca perderá la cabeza por una mujer. Así, mientras las debutantes le persiguen, él no hace caso a ninguna. Hasta que conoce a Henrietta. ¿Puede ser que él haya sido el loco todo el tiempo?
 
Esta segunda entrega de la serie Duquesas me ha gustado más que la primera novela porque, tal como debe ser, la pareja principal toma protagonismo, mientras la pareja secundaria -que es la que hasta ahora sirve de hilo conductor de las distintas novelas- tiene su propia trama que no lastra ni sustituye a la primera, sino que la complementa. Esto no ocurría en "Duquesa enamorada" y al menos para mí, la lectura se volvía confusa en algunos momentos. "Loca de amor" me ha parecido en este sentido más redonda y acabada que la novela anterior de la serie.
Una de las grandes bazas de "Loca de amor" es que cuenta con unos personajes principales bien definidos, complejos y que son mucho más de lo que a simple vista parecen, sobre todo Simon Darby. Al comienzo de la historia James lo presenta como un simple petimetre, un hombre más preocupado por su apariencia impecable y a la moda que por ninguna otra cosa. Desgraciadamente para Simon su atuendo impoluto vive en permanente lucha con quienes son su máxima preocupación en ese momento: sus dos pequeñas hermanastras de las que esta decidido a hacerse cargo desde que quedaron huérfanas.   
Con Henrietta, Eloísa James crea una heroína que resulta muy atrayente. Nacida con una limitación física -lo que resulta en mi opinión una apuesta arriesgada  de la autora- esta convencida  de que por su causa no podrá nunca tener hijos. Por lo tanto, sus expectativas matrimoniales se limitan a viudos con hijos que busquen una "madre postiza". Por ello se comporta de una manera más libre y auténtica que las otras jóvenes del mercado matrimonial. Será precisamente esa libertad, sin coqueteos ni miradas lánguidas, más cercana a la relación entre dos iguales que al cortejo al uso, la que hará que Henrietta cale poco a poco en Simon Darby. 
Muy pronto será evidente para aquellos que les rodean que Henrietta y Simon son  "un roto para un descosido" y los perfectos candidatos para una unión adecuada, pues Darby, aunque soltero, es padre postizo de sus hermanastras y necesita para ellas una madre. Se pondrá en marcha una trama para cazar marido que confieso que no me ha gustado mucho porque me ha parecido un recurso poco honesto al que se presta la protagonista que en toda la historia se presenta como una persona íntegra y sincera. Además, me parece superfluo, pues a esas alturas es más que evidente que Darby siente una fuerte atracción física por  Henrietta que hará que no necesite ningún "empujoncito" hacia el matrimonio. Cuando este se produzca, la lealtad entre los dos y el compromiso mutuo que surge de su amor les impulsarán a luchar contra los obstáculos, que aquí no son otra cosa que las creencias limitantes. 
El gran pero que le pongo a esta novela es que opta por un final obvio, que es totalmente previsible y se ve venir de lejos, con lo que la historia creo que decae en el último tramo. Aun así, una historia que merece con creces la lectura y muy recomendable.  

Valoración: Tres rosas.

martes, 19 de mayo de 2015

Duquesa enamorada- Cuarteto Duquesas I- Eloisa James



La retirada del duque
Gina se vio forzada a contraer matrimonio con el duque de Girton a una edad en la que mejor hubiera estado en las aulas de una escuela que en los salones de baile. Directamente después de la boda su atractivo marido se fue volando al continente, dejando el matrimonio sin consumar y a Gina bastante indignada. Una mujer en el centro de todo Ahora ella es una de las mujeres más conocidas de Londres... viviendo al límite del escándalo, deseada por muchos hombres, pero resistiéndose a todos.
La duquesa enamorada
Finalmente, Camden, el duque de Girton, ha vuelto a casa, para descubrir que su inocente mujer se ha convertido en el centro del universo. Lo cual deja a Cam en una situación un poco incómoda, al caer en la cuenta de que ha tenido la mala educación de enamorarse... ¡de su propia mujer!
Aunque no había leído ninguna de las novelas de esta autora, tenía muchas ganas de hacerlo, en especial porque era una de esas escritoras que vienen "muy recomendadas". Tal vez mis expectativas eran demasiado elevadas, pero en cierto modo me he sentido defraudada.
Camdem, de dieciocho años, es forzado por su autoritario padre a contraer matrimonio con Gina, una niña de apenas doce que lo considera algo así como un primo, con la esperanza de que el apellido y las influencias familiares del novio protejan a la niña de un escándalo relacionado con sus padres. Enfurecido por ser obligado a hacer algo que no desea, Camdem abandonará Inglaterra y romperá toda relación con su padre durante más de diez años. No obstante, el afecto que siente por la pequeña Gina, a la que considera una víctima de los manejos de su propio padre, hará que mantenga una relación epistolar con ella, pero considerándola algo así como su primita pequeña.
Pero Gina se ha convertido en una mujer: una que quiere un marido de verdad. Y ha encontrado en el marqués de Bonnington el candidato ideal. Por eso le ha pedido a Camdem que regrese a Inglaterra para solicitar la nulidad y que ambos puedan rehacer sus vidas. Camdem regresará, por supuesto, pero se encontrará con que su primita se ha convertido en una mujer deseable y admirable en nuchos aspectos y a medida que la conozca a fondo se irá enamorando de ella.
Eloisa James quiere componer aquí la consabida novela con una pareja principal y otras varias que ocupan un lugar secundario en la trama y que serán el hilo conductor de posteriores historias (estamos ante una tetralogía), pero sorprendentemente, a mitad de la novela la historia principal está casi concluída, con un intento por parte de la autora de animarla con un pequeño giro de intriga en la trama. Al mismo tiempo, algunas de las parejas secundarias ocupan el centro del escenario, resultando sus vicisitudes más interesantes- e intrigantes- que la pareja principal.
El problema con la historia de amor de los protagonistas es que desde el primer momento he tenido la sensación de que en cuanto se conozcan de verdad se van a enamorar y que van a continuar casados. El flamante prometido de Gina, Bonnington, no es un rival de verdad para Camdem, pues es evidente que ella busca en él la presencia, la estabilidad y la seguridad que Camdem, al desaparecer no le ha dado y que siente por él afecto, pero no deseo. Camdem se encontrará por tanto, el terreno abonado.
Y es curiosamente el rival, Bonnington, lo más logrado de una novela que hace aguas por varias vías. James nos lo presenta como un hombre más interesado en mantener una apariencia de decoro y respetabilidad que en ninguna otra cosa. Pero la autora sabe bien que no hay nada que guste más a las lectoras de romántica que un hombre que lo manda todo al traste por una mujer. Y hete aquí que Bonnington se alza como el gran galán romántico de la novela, transformándose por obra del amor, de moralista estricto a el más atrevido seductor con un único objetivo en mente: Esme, una mujer hermosa deseada por muchos hombres que, curiosamente, sólo aspira a ser madre. Sólo por él continuaré leyendo la saga.
Valoración: Dos rosas.

martes, 12 de mayo de 2015

Marc Levy-Siete días para una eternidad


Dios y el diablo están de acuerdo. Cansados de sus eternas disputas, deciden entablar una última batalla. Las reglas son las siguientes: cada uno de ellos enviará a la Tierra un emisario que  que contará con siete días para inclinar el destino de la humanidad hacia el Bien o el Mal. Dios y Lucifer establecen que el enfrentamiento se producirá en la ciudad de San Francisco y eligen a sus mediadores. Dios escoge a Zofia, una joven competente con el encanto de un angel. Lucifer se decide por Lucas, un hombre atractivo sin ningún tipo de escrúpulos.
La tarde de su primer día en la tierra, los destinos de Zofia y Lucas se cruzan, pero para consternación de Dios y el diablo, el encuentro, lejos de provocar un altercado, toma unos derroteros insospechados. 

Confieso que he leído este libro para cumplir con alguno de los puntos del Reto Lector en el que participo (mas información en la barra derecha), pero al mismo tiempo he tenido con su lectura una grata sorpresa. Es el primer libro que leo de este autor y me encontrado con una novela bien escrita y por eso, de muy fácil lectura. La historia es muy romántica y se centra sobre todo en los sentimientos de los protagonistas, a los que sirven de contrapunto unos pocos personajes secundarios muy bien perfilados que aportan muchas cosas buenas a la trama y no la lastran con historias paralelas que al final dejan esa sensación de estar "de relleno".
Lo que más me ha gustado es la caracterización de los personajes principales y creo que este es el gran acierto de la novela. Es usual que las novelas de género romántico usen (y abusen) del "chico malo" o del "héroe oscuro"  como protagonista opuesto a la "buena chica" hasta el punto de que se ha convertido en un tópicazo que se desinfla más adelante como un globo. Pues nada más malote que un demonio y ninguna chica más buena que un angel. La virtud de Levy es darle a la situación una vuelta de tuerca, presentándonos a los agentes y a sus "jefes" en el entorno aséptico de las grandes corporaciones, de forma que la frialdad con que Lucas ejerce el mal y la lógica desde la que Zofia hace el bien les alejan respectivamente del repelús y la ñoñería.
El mayor pero que le pondría a la historia es que Levy dedica casi un tercio del libro a  presentarnos a los personajes y, cuando uno ha iniciado la lectura después de leer la contraportada, lo que desea es que la historia comience a avanzar pronto.

Valoración: Tres rosas.