Pero como buena doncella de campo, siempre ha mantenido su naturaleza sensual en secreto; hasta que conoce a Simon Darby. Una carta de amor muy subida de tono que de repente se hace pública. Todo el mundo supone que él se la ha escrito a ella, pero la verdad apenas importa frente al escándalo que se formará si no se casan de inmediato. Pero nada ha preparado a Henrietta para la pura sensualidad de...
Simon ha jurado que nunca perderá la cabeza por una mujer. Así, mientras las debutantes le persiguen, él no hace caso a ninguna. Hasta que conoce a Henrietta. ¿Puede ser que él haya sido el loco todo el tiempo?
Esta segunda entrega de la serie Duquesas me ha gustado más que la primera novela porque, tal como debe ser, la pareja principal toma protagonismo, mientras la pareja secundaria -que es la que hasta ahora sirve de hilo conductor de las distintas novelas- tiene su propia trama que no lastra ni sustituye a la primera, sino que la complementa. Esto no ocurría en "Duquesa enamorada" y al menos para mí, la lectura se volvía confusa en algunos momentos. "Loca de amor" me ha parecido en este sentido más redonda y acabada que la novela anterior de la serie.
Una de las grandes bazas de "Loca de amor" es que cuenta con unos personajes principales bien definidos, complejos y que son mucho más de lo que a simple vista parecen, sobre todo Simon Darby. Al comienzo de la historia James lo presenta como un simple petimetre, un hombre más preocupado por su apariencia impecable y a la moda que por ninguna otra cosa. Desgraciadamente para Simon su atuendo impoluto vive en permanente lucha con quienes son su máxima preocupación en ese momento: sus dos pequeñas hermanastras de las que esta decidido a hacerse cargo desde que quedaron huérfanas.
Con Henrietta, Eloísa James crea una heroína que resulta muy atrayente. Nacida con una limitación física -lo que resulta en mi opinión una apuesta arriesgada de la autora- esta convencida de que por su causa no podrá nunca tener hijos. Por lo tanto, sus expectativas matrimoniales se limitan a viudos con hijos que busquen una "madre postiza". Por ello se comporta de una manera más libre y auténtica que las otras jóvenes del mercado matrimonial. Será precisamente esa libertad, sin coqueteos ni miradas lánguidas, más cercana a la relación entre dos iguales que al cortejo al uso, la que hará que Henrietta cale poco a poco en Simon Darby.
Muy pronto será evidente para aquellos que les rodean que Henrietta y Simon son "un roto para un descosido" y los perfectos candidatos para una unión adecuada, pues Darby, aunque soltero, es padre postizo de sus hermanastras y necesita para ellas una madre. Se pondrá en marcha una trama para cazar marido que confieso que no me ha gustado mucho porque me ha parecido un recurso poco honesto al que se presta la protagonista que en toda la historia se presenta como una persona íntegra y sincera. Además, me parece superfluo, pues a esas alturas es más que evidente que Darby siente una fuerte atracción física por Henrietta que hará que no necesite ningún "empujoncito" hacia el matrimonio. Cuando este se produzca, la lealtad entre los dos y el compromiso mutuo que surge de su amor les impulsarán a luchar contra los obstáculos, que aquí no son otra cosa que las creencias limitantes.
El gran pero que le pongo a esta novela es que opta por un final obvio, que es totalmente previsible y se ve venir de lejos, con lo que la historia creo que decae en el último tramo. Aun así, una historia que merece con creces la lectura y muy recomendable.
Valoración: Tres rosas.
Una de las grandes bazas de "Loca de amor" es que cuenta con unos personajes principales bien definidos, complejos y que son mucho más de lo que a simple vista parecen, sobre todo Simon Darby. Al comienzo de la historia James lo presenta como un simple petimetre, un hombre más preocupado por su apariencia impecable y a la moda que por ninguna otra cosa. Desgraciadamente para Simon su atuendo impoluto vive en permanente lucha con quienes son su máxima preocupación en ese momento: sus dos pequeñas hermanastras de las que esta decidido a hacerse cargo desde que quedaron huérfanas.
Con Henrietta, Eloísa James crea una heroína que resulta muy atrayente. Nacida con una limitación física -lo que resulta en mi opinión una apuesta arriesgada de la autora- esta convencida de que por su causa no podrá nunca tener hijos. Por lo tanto, sus expectativas matrimoniales se limitan a viudos con hijos que busquen una "madre postiza". Por ello se comporta de una manera más libre y auténtica que las otras jóvenes del mercado matrimonial. Será precisamente esa libertad, sin coqueteos ni miradas lánguidas, más cercana a la relación entre dos iguales que al cortejo al uso, la que hará que Henrietta cale poco a poco en Simon Darby.
Muy pronto será evidente para aquellos que les rodean que Henrietta y Simon son "un roto para un descosido" y los perfectos candidatos para una unión adecuada, pues Darby, aunque soltero, es padre postizo de sus hermanastras y necesita para ellas una madre. Se pondrá en marcha una trama para cazar marido que confieso que no me ha gustado mucho porque me ha parecido un recurso poco honesto al que se presta la protagonista que en toda la historia se presenta como una persona íntegra y sincera. Además, me parece superfluo, pues a esas alturas es más que evidente que Darby siente una fuerte atracción física por Henrietta que hará que no necesite ningún "empujoncito" hacia el matrimonio. Cuando este se produzca, la lealtad entre los dos y el compromiso mutuo que surge de su amor les impulsarán a luchar contra los obstáculos, que aquí no son otra cosa que las creencias limitantes.
El gran pero que le pongo a esta novela es que opta por un final obvio, que es totalmente previsible y se ve venir de lejos, con lo que la historia creo que decae en el último tramo. Aun así, una historia que merece con creces la lectura y muy recomendable.
Valoración: Tres rosas.
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