La retirada del duque
Gina se vio forzada a contraer
matrimonio con el duque de Girton a una edad en la que mejor hubiera
estado en las aulas de una escuela que en los salones de baile.
Directamente después de la boda su atractivo marido se fue volando al
continente, dejando el matrimonio sin consumar y a Gina bastante
indignada. Una mujer en el centro de todo Ahora ella es una de las
mujeres más conocidas de Londres... viviendo al límite del escándalo,
deseada por muchos hombres, pero resistiéndose a todos.
La duquesa enamorada
Finalmente, Camden, el duque de Girton,
ha vuelto a casa, para descubrir que su inocente mujer se ha convertido
en el centro del universo. Lo cual deja a Cam en una situación un poco
incómoda, al caer en la cuenta de que ha tenido la mala educación de
enamorarse... ¡de su propia mujer!
Aunque no había leído ninguna de las novelas de esta autora, tenía muchas ganas de hacerlo, en especial porque era una de esas escritoras que vienen "muy recomendadas". Tal vez mis expectativas eran demasiado elevadas, pero en cierto modo me he sentido defraudada.
Camdem, de dieciocho años, es forzado por su autoritario padre a contraer matrimonio con Gina, una niña de apenas doce que lo considera algo así como un primo, con la esperanza de que el apellido y las influencias familiares del novio protejan a la niña de un escándalo relacionado con sus padres. Enfurecido por ser obligado a hacer algo que no desea, Camdem abandonará Inglaterra y romperá toda relación con su padre durante más de diez años. No obstante, el afecto que siente por la pequeña Gina, a la que considera una víctima de los manejos de su propio padre, hará que mantenga una relación epistolar con ella, pero considerándola algo así como su primita pequeña.
Pero Gina se ha convertido en una mujer: una que quiere un marido de verdad. Y ha encontrado en el marqués de Bonnington el candidato ideal. Por eso le ha pedido a Camdem que regrese a Inglaterra para solicitar la nulidad y que ambos puedan rehacer sus vidas. Camdem regresará, por supuesto, pero se encontrará con que su primita se ha convertido en una mujer deseable y admirable en nuchos aspectos y a medida que la conozca a fondo se irá enamorando de ella.
Eloisa James quiere componer aquí la consabida novela con una pareja principal y otras varias que ocupan un lugar secundario en la trama y que serán el hilo conductor de posteriores historias (estamos ante una tetralogía), pero sorprendentemente, a mitad de la novela la historia principal está casi concluída, con un intento por parte de la autora de animarla con un pequeño giro de intriga en la trama. Al mismo tiempo, algunas de las parejas secundarias ocupan el centro del escenario, resultando sus vicisitudes más interesantes- e intrigantes- que la pareja principal.
El problema con la historia de amor de los protagonistas es que desde el primer momento he tenido la sensación de que en cuanto se conozcan de verdad se van a enamorar y que van a continuar casados. El flamante prometido de Gina, Bonnington, no es un rival de verdad para Camdem, pues es evidente que ella busca en él la presencia, la estabilidad y la seguridad que Camdem, al desaparecer no le ha dado y que siente por él afecto, pero no deseo. Camdem se encontrará por tanto, el terreno abonado.
Y es curiosamente el rival, Bonnington, lo más logrado de una novela que hace aguas por varias vías. James nos lo presenta como un hombre más interesado en mantener una apariencia de decoro y respetabilidad que en ninguna otra cosa. Pero la autora sabe bien que no hay nada que guste más a las lectoras de romántica que un hombre que lo manda todo al traste por una mujer. Y hete aquí que Bonnington se alza como el gran galán romántico de la novela, transformándose por obra del amor, de moralista estricto a el más atrevido seductor con un único objetivo en mente: Esme, una mujer hermosa deseada por muchos hombres que, curiosamente, sólo aspira a ser madre. Sólo por él continuaré leyendo la saga.
Valoración: Dos rosas.
Aunque no había leído ninguna de las novelas de esta autora, tenía muchas ganas de hacerlo, en especial porque era una de esas escritoras que vienen "muy recomendadas". Tal vez mis expectativas eran demasiado elevadas, pero en cierto modo me he sentido defraudada.
Camdem, de dieciocho años, es forzado por su autoritario padre a contraer matrimonio con Gina, una niña de apenas doce que lo considera algo así como un primo, con la esperanza de que el apellido y las influencias familiares del novio protejan a la niña de un escándalo relacionado con sus padres. Enfurecido por ser obligado a hacer algo que no desea, Camdem abandonará Inglaterra y romperá toda relación con su padre durante más de diez años. No obstante, el afecto que siente por la pequeña Gina, a la que considera una víctima de los manejos de su propio padre, hará que mantenga una relación epistolar con ella, pero considerándola algo así como su primita pequeña.
Pero Gina se ha convertido en una mujer: una que quiere un marido de verdad. Y ha encontrado en el marqués de Bonnington el candidato ideal. Por eso le ha pedido a Camdem que regrese a Inglaterra para solicitar la nulidad y que ambos puedan rehacer sus vidas. Camdem regresará, por supuesto, pero se encontrará con que su primita se ha convertido en una mujer deseable y admirable en nuchos aspectos y a medida que la conozca a fondo se irá enamorando de ella.
Eloisa James quiere componer aquí la consabida novela con una pareja principal y otras varias que ocupan un lugar secundario en la trama y que serán el hilo conductor de posteriores historias (estamos ante una tetralogía), pero sorprendentemente, a mitad de la novela la historia principal está casi concluída, con un intento por parte de la autora de animarla con un pequeño giro de intriga en la trama. Al mismo tiempo, algunas de las parejas secundarias ocupan el centro del escenario, resultando sus vicisitudes más interesantes- e intrigantes- que la pareja principal.
El problema con la historia de amor de los protagonistas es que desde el primer momento he tenido la sensación de que en cuanto se conozcan de verdad se van a enamorar y que van a continuar casados. El flamante prometido de Gina, Bonnington, no es un rival de verdad para Camdem, pues es evidente que ella busca en él la presencia, la estabilidad y la seguridad que Camdem, al desaparecer no le ha dado y que siente por él afecto, pero no deseo. Camdem se encontrará por tanto, el terreno abonado.
Y es curiosamente el rival, Bonnington, lo más logrado de una novela que hace aguas por varias vías. James nos lo presenta como un hombre más interesado en mantener una apariencia de decoro y respetabilidad que en ninguna otra cosa. Pero la autora sabe bien que no hay nada que guste más a las lectoras de romántica que un hombre que lo manda todo al traste por una mujer. Y hete aquí que Bonnington se alza como el gran galán romántico de la novela, transformándose por obra del amor, de moralista estricto a el más atrevido seductor con un único objetivo en mente: Esme, una mujer hermosa deseada por muchos hombres que, curiosamente, sólo aspira a ser madre. Sólo por él continuaré leyendo la saga.
Valoración: Dos rosas.
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